Cap. 7 Salud Laboral

Cap. 7 Salud Laboral

Efectos de largo plazo de la Hipervigilancia.-

El entrenamiento de los policías está diseñado para preparar a los funcionarios a trabajar en las calles, que sepan responder a los llamados en forma segura y que conozcan y apliquen las buenas prácticas de seguridad y técnicas de supervivencia en la calle. Esto sería suficiente si a los funcionarios se les pidiera que trabajaran en la calle unos pocos años. Una comparación entre la Policía y los Militares podrá a ayudar a clarificar los efectos de exposición al riesgo por un largo plazo frente a la exposición al riesgo de corto plazo

Realidad de los policías contra la de los militares.- (países mandan a las guerras)

• Los militares también preparan a su gente para la inmersión total en una cultura de riesgo potencial, sabiendo que la mayoría del personal militar estará en servicio activo alrededor de cuatro años y luego dejaran el ejército y retornaran a la vida civil. Los militares saben que los reclutas estarán en las filas por un plazo relativamente corto.

• Las organizaciones policiales también capacitan a su personal para inmersión total den su propia cultura de riesgo potencial, pero a diferencia de los militares, que permanecen unos cuatro años más o menos,(EE:UU) la gran mayoría de los policías no se van tan pronto sino que permanecen por un periodo mayor. La mayoría de los policías ven su elección profesional como un compromiso profesional de largo plazo, no algo que dejan a los cuatro años. Muchos policías dirán:- estas aprendiendo a ser un policía efectivo durante los primeros cuatro años.-

Las prioridades de capacitación y orientación de los organismos policiales producen muchos novatos entusiastas, y con el correr de la carrera, veteranos amargados y enfadados. Este proceso se puede explicar con una analogía: La mayoría de los organismos capacitan a los nuevos policías para que sean velocistas y luego los introducen en una maratón. La elección por la carrera policial es un compromiso que se asume por veinte años y más (Uruguay más de 30), los nuevos comienzan la carrera muy entusiastas, incansables en la realización de su labor, y luego con el pasar de los años muchos policías pasan por algunos cambios drásticos que modifica la forma en cómo ven el trabajo policial

“Me encanta este trabajo”

Se transforma en: “odio este trabajo y no puedo esperar hasta tanto pueda largarme de aquí”

¿Qué Policías son los que están en mayor riesgo?

¿Quiénes están más propensos a experimentar los efectos de la montaña rusa de la hipervigilancia, los mejores o peores policías? Evidentemente la respuesta es los mejores, los más dedicados, los más comprometidos, los más motivados, los que aplican mejor las técnicas de la hipervigilancia, y las buenas prácticas de seguridad. Estos son los hombres y mujeres que se dedican a ser los mejores policías que puedan ser, a menudo estos hombres y mujeres comienzan su carrera solo con entusiasmo ingenuo como táctica de supervivencia para manejar la dimensión emocional de sus vidas. Ellos son entrenados como manejarse en las calles, simplemente no están capacitados para manejar los efectos del trabajo en su vida personal.

Si nuestro mejor personal es el que corre el mayor riesgo de este fenómeno ¿quién es el primero en pagar el precio? ¿Quién es la primera víctima de la montaña rusa de la hipervigilancia?, cuando le pregunte a un grupo de Policías uno de ellos responde:

“eso describe la curva de mi vida. Usted debe estar mirando en mi ventana, es como vivo, he sido policía durante 8 años y realmente me encanta. Yo trabajo en una parte de la ciudad en que todo el tiempo pasa algo. Corremos de un llamado al otro, pero realmente me encanta. Podría pedir ser transferido a una división más tranquila, pero me gusta trabajar aquí en esta división donde hay mucha actividad, pero cuando estoy fuera del servicio y vuelvo a casa, como usted dice, la mente parece se me derrite. Quiero estar solo. Me siento delante del televisor. No digo nada, ni siquiera contesto el teléfono si suena, dejo que el contestador automático tome la llamada. Su montaña rusa es una descripción exacta de lo que me está sucediendo a mí.-

En este punto, reitero la pregunta; “gracias por sus comentarios sobre mi concepto del modelo de hipervigilancia, sin embargo mi pregunta fue ¿quién es la primer víctima?, el policía después de una reflexión y pensarlo respondió- “bueno la primer víctima, es la primer esposa”.-

Las mujeres presentes estaban de acuerdo “el primer marido”. Entonces una mujer policía les respondió diciéndoles- “no es primer marido o primer esposa, si estas casada afectara tu matrimonio, pero esta curva me afecta a mí y yo no estoy casada, nunca ha estado casada, a juzgar por los hombres que veo en el trabajo cada día, te aseguro que nunca eligiere casarme. La primera víctima de esta montaña rusa es tu vida personal.

¿Quién es la primera víctima?

El Policía es la primera víctima de la dinámica de la montaña rusa de la hipervigilancia aunque es evidente que muchas otras personas se ven afectadas por la pérdida del equilibrio emocional y del comportamiento del policía en su vida personal .Como el número de roles no policiales en la vida de los funcionarios se contrae, estos se redefinen. Los aspectos no policiales en la vida de estos(o las cosas que solían hacer) disminuyen, las personas bien equilibradas, pueden transformarse en personas que obtienen satisfacción a la mayoría de sus necesidades sociales y emocionales de la función policial. Todo lo demás es puesto en segundo plano o perdido en la vorágine del síndrome “solía hacer”, el cual es provocado por la montaña rusa de la hipervigilancia.-

Las dimensiones no policiales de la vida de los funcionarios policiales, tales como la espiritualidad, la cultura y los valores básicos de la identificación étnica, familia, amigos, pasatiempos y otras percepciones o maneras de ver el mundo, se reducen, si no desaparecen. Los hombres y mujeres que iniciaron la carrera policial como personas brillantes y bien equilibradas, comienzan a experimentar grandes déficit de conducta en el aspecto personal y esto afecta la ética de los funcionarios, debido al síndrome “solía hacer”, los policías pueden comenzar a distanciarse de las cosas que lo definen como individuos. La identidad del policía se ata sólo a la función.-

Muchas personas comienzan la labor policial emocional y socialmente bien balanceados. Los requisitos de acceso al empleo son muy selectivos, por lo que al inicio de la carrera la persona está en condiciones óptimas, La fase más baja de la montaña rusa sin embargo, causa que los policías dejen de participar en actividades que no están relacionadas con la policía cuando están fuera del servicio, algunos rechazan este concepto y dicen “yo fui a pescar la semana pasada”, pero si se investiga un poco más se puede probar que no fue de pesca la semana pasada o si lo hizo él o ella fue con el equipo de trabajo, la pregunta que sería necesario hacerse es: ¿era realmente un viaje de pesca? O una reunión de camaradería con cañas de pescar? ¿Cuál fue el punto principal del viaje? Para relajarse y disfrutar de algunas de las actividades con la familia o amigos, o pasar el tiempo una vez más en un grupo social cada vez más reducido numéricamente?, un grupo que lamentablemente, puede limitar sus intereses únicamente a los acontecimientos de la labor policial y de su empleo en particular.

El grado de equilibrio emocional y social de los individuos que entran a la policía antes de experimentar el síndrome “solía hacer”, puede explicarle en un gráfico como claramente se demuestra a continuación:

Antes de experimentar el síndrome “solía hacer”

img-1

Las personas al entrar en la policía tienen múltiples dimensiones en su vida, que se suman a su definición general de sí mismos como personas completas. Ellos invierten tiempo y energía en numerosos aspectos de la vida tales como:

• Espiritualidad
• Cultura o Etnia
• Aficiones e intereses
• Amigos
• Familia
• Metas

Obviamente, esta lista no es excautiva, Cada persona tiene atributos únicos que la define como individuo. El anclaje emocional en sus múltiples dimensiones y sistemas de apoyo en la vida de una persona determina su estabilidad emocional como individuo y la capacidad para mantener la perspectiva, Como el joven policía es constreñido a practicar la hipervigilancia a fin de sobrevivir a los riesgos de la calle, la montaña rusa entra en la ecuación y los atributos no policiales, los sistemas de apoyo y otras dimensiones de la vida se ven disminuidas. El síndrome “solía hacer” puede cambiar el gráfico en la página opuesta a la de abajo:

Después del síndrome “solía hacer”

img-2

Todas las demás dimensiones de apoyo o intereses en la vida del policía básicamente desaparecen. Los policías que previamente se definían a sí mismos a través de múltiples aspectos de su vida ahora se definen por la dimensión singular de su papel de policía, Todavía pueden rendir homenaje verbal a las otras dimensiones de su vida, las cosas que “solían hacer” pero la montaña rusa ha creado un déficit de comportamiento en el numero de áreas o dimensiones en las que los policías realmente están invirtiendo tiempo y energía.-

El sentido de sí mismo es la suma total de todas las dimensiones separadas de la persona que se combinan para definir a la persona como individuo y modelan su pensamiento libre autónomo y responsable. El síndrome “solía hacer” como consecuencia de la montaña rusa de la hipervigilancia claramente puede tener un impacto en el sentido de si mismo del individuo que entró en la policía y puede causar una transformación emocional significativa durante el viaje de la persona al policía, dado que las actividades y comportamiento fuera de la fase policial, en las fases bajas de la montaña rusa siguen reduciéndose, el sentido del yo, tiende a contraerse. El sentido amplio de si mismo en el momento de la entrada en el campo se reduce a la identificación con la única función de policía. Los policías que han experimentado esta redefinición de su sentido del yo, no dirán:

“Trabajo como Policía”
Ellos dicen;
– Soy un policía
Soy un policía.

Esto puede ser una expresión de orgullo importante y justificado de que es ser policía o puede ser una indicación de sobreidentificación significativa con la función de policía y, potencialmente, una perspectiva de problemática para el funcionario.

“Yo soy un policía”, define el núcleo esencial del sentido de sí mismo para un policía.-

“Yo soy un policía” puede transformar un sentido positivo de orgullo por la función profesional y echar una sombra sobre otros aspectos esenciales de la vida del policía y la identidad (o sentido de sí mismo), se puede crear una subidentificación significativa de los papeles de la vida que se equilibran entre sí con el papel de policía.-

Roles que pueden equilibrar el papel de policía.-

Los siguientes son ejemplos de funciones de un policía que puede subdimencionar con como resultado sobre la identificación con el rol de policía.-

“Soy amigo
“soy madre/padre
“soy esposo/a
“soy miembro de una iglesia o una sinagoga
“soy jugador de bolos
“soy cazador
“soy bordador
“yo soy jardinero
“soy jugador de golf
“soy ciclista de montaña

La pérdida de las dimensiones en la vida personal del policía es debido a la fase inferior de la montaña rusa puede, de un plumazo ser la causa de que la mujer o el hombre comience a tener dificultades emocionales y personales desde el comienzo de su carrera profesional. A medida que se desarrolla la carrera en la Policía, esta reducción del sentido de si mismo puede producir un individuo emocionalmente frágil. Los elementos que definen la identidad del policía se han reducido de la base amplia de actividades e intereses a una sólo dimensión:

“Yo soy un policía”

Los efectos de esta excesiva identificación emocional con el papel de policía y la reducción del sentido de sí mismo a una de las dimensiones tienen un impacto significativo en las relaciones personales y laborales de los funcionarios policiales de muchas maneras. Así como el sentido de si mismo el policía se convierte cada vez más en una única dimensión hace que el riesgo emocional del policía aumente.

¿Quién manda?

Porque este intenso sentimiento de orgullo hacia el trabajo como policía en realidad hace que el policía sea mucho más frágil emocionalmente. Por varias razones, una razón es que el síndrome “solía hacer” ha reducido el número de sistemas de apoyo emocional disponibles para que el policía recurra, si es necesario. La segunda razón deriva de un concepto muy básico, de la autonomía humana.

¿Quién controla el tipo de persona que es usted?

Los seres humanos, funcionales y sanos mantienen cierto control sobre su sentido de sí mismos. Ellos creen que tienen un grado de autonomía sobre su existencia y tienen la última palabra en los acontecimientos que afectan sus vidas. La gente necesita creer que tiene un grado significativo de control sobre su trabajo en la diaria., un sentido de previsibilidad de los acontecimientos importantes que afectan sus vidas. Esta sensación de control es un elemento fundamental en la creación de un sentido de equilibrio emocional o estabilidad. Cuanto mayor sea el grado de control o autonomía que el individuo tiene de su vida, mayor es el grado de autonomía o estabilidad que él o ella experimenta a nivel emocional. El estrés o una disfunción psicológica en sí, muchas veces, puede ser definida como la presencia de bajo control en la vida de una persona. Cualquier situación que reduce el grado de ñla persona de tener el control de su propia vida, puede desencadenar una sensación de angustia psicológica. Si la pérdida de control se combina además con altas demandas, el individuo debe manejar el grado de desequilibrio psicológico o el estrés que puede ser extremadamente alto, la disfunción psicológica tiene componentes:

Demandas altas
Control bajo

A medida que la previsibilidad, la autonomía y el control del sentido de si mismo decrece en la vida de la persona junto con la disminución del tiempo libre, crece un sentimiento de vulnerabilidad emocional, susceptibilidad, y aumento del riesgo. Como los policías tienden a disminuir el número de dimensiones o funciones que definen su sentido de sí mismo y cada vez invierten más fuerte en su función como policías, aumentan su nivel de vulnerabilidad emocional.-

img-3

El sentido de si mismo del policía es definido por el rol singular de su trabajo. El sentido del yo y el rol laboral se han soldado entre sí y son básicamente inseparables “yo soy un policía”. Si tener un sentido de autonomía y un grado de control sobre los acontecimientos que afectan a la vida de uno es esencial para que una persona sea emocionalmente sana.¿ cómo afecta al policía esta sobreidentificación con el rol Policial? La forma más fácil de explicar como la excesiva identificación con el rol policial puede destruir a una persona emocionalmente sana es demostrar el concepto de la necesidad de autonomía o de control en la vida. Como el sentido de si mismo de un policía se vincula cada vez más a la función de policía ¿quién controla su función como policía?
Hágale a los policías esta pregunta.

¿Quién decide qué tipo de policía vas a ser?

Ha hecho esta pregunta de un gran número de policías durante muchos años, y su respuesta es siempre la misma:

“Yo lo hago. Yo decido que tipo de policía quiero ser”

A primera vista, esta respuesta puede parecer una expresión de autonomía emocional o auto-responsabilidad. Parecería ser un signo de individuos responsables y emocionalmente sanos, que están a cargo de su propio comportamiento y dispuestos a asumir la responsabilidad de sus propias acciones. La pregunta y su respuesta, sin embargo, son una espada de doble filo.
El siguiente dialogo con un policía de “homicidios” muestra este dilema potencial.
(CITA)

Policía de homicidios: yo decido que clase de policía que voy a ser. Soy un detective de homicidios, soy muy bueno en mi tarea, he trabajado en el departamento durante ocho años, he dado declarado en buena forma en más de un centenar de procesos de homicidios. Soy un experto en varios aspectos de la investigación de homicidios. He asistido a cursos en muchas escuelas especializadas en la investigación de homicidios. Tengo la satisfacción de trabajar como detective de homicidios. Me enorgullezco de mi trabajo y yo soy quien está en el control de mi tarea, está en mi decidir qué tipo detective de homicidios voy a ser.

Inicialmente, la respuesta del policía de homicidios parece mostrar a un individuo que está dispuesto a asumir la responsabilidad de su propia conducta, un elemento fundamental de las personas emocionalmente estables, sin embargo, existe una vulnerabilidad emocional potencial y la situación de riesgo en que se encuentra este policía puede demostrarse haciendo algunas preguntas sencillas.

AUTOR- Parece que usted es un excelente detective en el área de homicidios y que está muy orgulloso del trabajo que realiza. Es un trabajo muy necesario, y yo estoy seguro que usted consigue darle un propósito, y que lo hace con orgullo. Permítame preguntarle, sin embargo, ¿podría venir algunos de sus jefes de su lugar de trabajo, alguna persona de alto rango, un jefe, un comandante o superior, que pudiera hacer que usted no siga siendo un detective de homicidios? ¿podrían transferirle a una sección diferente a investigaciones o, peor aún, de vuelta a una patrulla?

Policía- Si, el jefe podría hacerme todo eso en un minuto.

AUTOR- Estoy confundido. Usted acaba de decirme que era usted quién decidía que tipo de policía quería ser. Ahora usted dice que es el jefe el que decide, ¿Quién es que decide? ¿Cuál de los dos decide usted o el jefe su rol como detective de homicidios?

Este intercambio muestra claramente la gran vulnerabilidad emocional la que el funcionario competente y dedicado esta expuesto debido a que tiene una única dimensión del YO, sobreidentificada con el rol de policía, un rol que consta de varias dimensiones que el policía CLARAMENTE NO PUEDE CONTROLAR.
Los funcionarios policiales no controlan muchas de las cuestiones centrales de su trabajo. Ellos no controlan muchos de los aspectos centrales de su función como policías. Si la función de policía y el sentido del YO, se han convertido en idénticos, entonces, el funcionario no tiene control sobre ella su sentido de sí mismo. Esto crea un sentimiento significativo de vulnerabilidad emocional del policía.

“Si el trabajo se convierte en tu vida, y no controlas tu trabajo, entonces no controlas tu vida”

¿Que está en control de los policías?

Está claro que hay dimensiones de la función de la policía que los funcionarios tienen absoluta autonomía y control. Los policías controlan claramente:

• Su integridad
• Su personalidad
• Su desempeño a la hora de realizar el trabajo asignado

Sin embargo hay entidades exteriores a los policías que tienen control sobre casi todo lo demás sobre el rol policial. Estas entidades externas que controlan los elementos principales de la función policial son:

• La agencia
• La administración
• Los Tribunales
• La constitución
• Las políticas de las reparticiones
• Los funcionarios efectos a nivel estatal, local, federal.

Los Policías controlan el 100 por ciento de su integridad y profesionalismo, todo lo demás, las políticas, los uniformes, los procedimientos requeridos, presupuesto, objetivos de la organización, y casi todos los aspectos centrales del rol policial es controlado por otra persona.

img-4

Injusticias.

Muchos policías tienen experiencia de primera mano de la dinámica de ser sacados del área que conocían por la autoridades de la cadena administrativa, cuantos buenos policías han sobreidentificado con su trabajo y han tenido alguna de esas molestas experiencias:

• Ser sacados del grupo de detectives.
• Ser sacados de un grupo SWAT o GEO etc.
• Ser transferido a un grupo de radio patrulla.
• Ser transferido al turno de la noche.
• Ser trasladado del cuerpo de canes y haber perdido el perro.
• La pérdida de un buen caso por otro detective o agente.
• Tener el peor coche de la flota.

Es raro el caso de un policía que no haya experimentado este fenómeno en algún momento de su carrera policial, en la jerga policial, esto se lama “me cagaron”. A veces, las transferencias se hacen por algún motivo racional que tiene sentido, y a veces son “una cagada total”, y reflejan a un director, Jefe o administrador que lo hace sólo para demostrar que él o ella tiene la capacidad para hacer tu vida miserable.-

Los policía que no conocen la dinámica que produce la excesiva identificación emocional que ocurre en sus vidas pueden encontrarse pasando por trastornos emocionales significativos. Una sensación de vulnerabilidad conduce a la sensibilidad emocional, es una sensación de estar constantemente en peligro emocional. El policía que tiene dificultades con la sobreidentificación con el rol de policía corre el riesgo de sentirse en peligro constante de las entidades que cumplen la función de control y administración de la Policía. Esto puede convertirse en una sensación permanente de encontrarse siempre en peligro, vulnerable, sensible, amenazado, y paranoico.-

img-5

Como una entidad fuera de su control afecta la función de policía, los funcionarios que se sobreidentifican con el rol de policía reciben un impacto muy fuerte. El sentido de si mismo tiene, también se resiente, Aquí por ejemplo esta nuestro detective de homicidios que es llamado a la oficina del Jefe y se le dice que está afuera de la investigación de un homicidio muy importante, aunque sabe que es el mejor detective para ese caso, peor aún, le dice que vaya a buscar su uniforme porque está siendo trasladado del cuerpo de detectives de nuevo a radio patrulla. La figura singular” identity by others”, demuestra el grado de riesgo que los policías experimentan cada vez que una entidad fuera de su control afecta su rol como policía, en este punto nuestro detective de homicidios, y probablemente la gran mayoría de otros buenos funcionarios policiales bien intencionados que no Han practicado técnicas de supervivencia emocional, empiezan a sentir una abrumadora desconfianza, ira, y hostilidad abierta contra la Jerarquia que gestiona sus propios organismos. En este punto los funcionarios policiales, que han sido, sin saberlo, victimas de la motaña rusa de la hipervigilancia se encuentren en conflicto psicológico que resulta de la excesiva identificación con un rol que no controlamos.

El juego de la culpa-

Después de escuchar a los policías, un observador podría ver como muchos de ellos por no haber sido instruidos se ven desilusionados. Las posiciones en los organismos pueden ser muy diferentes, pero las respuestas de los policías son casi siempre idénticas:

“puedo manejar los imbéciles de las calles, los que no puedo manejar son los que manejan este lugar”

“yo podría hacer el trabajo sólo si los imbéciles que manejan la agencia me dejan hacer el maldito trabajo, mierda, no quieren que hagamos el trabajo, La manera más segura de tener problemas en esta agencia es ir a la calle, y hacer el trabajo policial. Los jefes te van a matar si haces bien el trabajo policial. Ellos quieren que estemos allí haciendo kumbaya con todos los imbéciles”
“oh sí bárbaro, el jefe va a decirme como debo hacer una parada de tráfico. Permítame preguntarle, ¿Cuándo mierda fue la última vez que el jefe hizo una parada de tráfico?, diablos no lo ha hecho en el último siglo”
“¿tú crees que voy hacer esta mierda?, bueno, te diré que he estado en este organismo los últimos quince años, el mismo circo, con payasos diferentes. Yo no confiaba en los idiotas que dirigen a esta Agencia, ya que yo sólo podría voltearlos. Yo estaba hablando con mi abogado ayer y me dijo:”documéntelo, o mejor aún, grábelo, así cuando los llevemos a tribunales esta vez los podremos dar vuelta”.-
“puedo comprar un billete de lotería todos los viernes y te digo lo que, si me saco la lotería, voy amontonar todas las porquerías administrativas que he tenido que llenar en el frente de la casa y voy hacer que uno de los imbéciles de la administración venga a recogerlo”.

“no me voy a echar para atrás, lo digo en serio, ya lo verás y me voy a la mierda de aquí. Me desaparezco, me iré lejos de aquí”.

Muchos de los policías pueden cerrar los ojos se imaginarse a alguien de su agencia diciendo estas cosas, tal vez incluso a si mismos, lamentablemente, ese tipo de fase son más comunes en la segunda parte de su carrera policial, si se analiza cada una de las frases, el tema común es la creencia que se ha tratado mal al policía por parte del organismo, ya sea en este momento o en el pasado. Existe la creencia que la agencia continuamente ha hecho algo para perjudicar al funcionario violando alguna norma ética o el trato justo. Aunque en ocasiones este es claramente el caso, muchas veces las creencias que el policía haya sido víctima sólo refleja una desconfianza generalizada y paranoica de todo, y de todos los que ocupan cargos de administración en la Agencia. Estas declaraciones pronunciadas por algunos policías, dicen más sobre la visión de desconfianza del mundo del funcionario, sobre cualquier persona, organización o evento del que están hablando. Muchos Policías, en particular los que tienen sobreidentificación con el rol policial, pueden encontrarse viendo el mundo como víctimas de una conspiración bien organizada. Harían bien que adaptaran algunas de sus creencias básicas y fundamentales relativas a la carrera policial, con la siguiente verdad básica:

Nadie, pero nadie, va a terminar su carrera en la policía con su virginidad intacta, a toso, al menos una vez, el departamento los jode. Ser jodido no significa ser disciplinado cuando un policía merece ser disciplinado, con una sanción o días sin goce de sueldo, cuando en realidad no lo merecen, o los policías son transferidos involuntariamente cuando están haciendo un buen trabajo o estos no reciben la transferencia o promoción que merecen. A ellos los jodieron

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *